Todos alguna vez nos sentimos cansados. Generalmente por falta temporal de sueño o esfuerzos físicos. Pero algunas personas padecen una fatiga inexplicable, durante un largo período de tiempo. El síndrome de fatiga crónica es una condición de salud que provoca un cansancio extremo, que no mejora con el descanso. Puede convertirse en una cuestión de seguridad grave para los conductores profesionales y para las personas que en su trabajo deben operar maquinaria pesada.
Todos los años se producen miles de muertes y una cantidad innumerable de lesiones por distracción al volante. A pesar de la legislación que pretende ponerle un freno, la distracción mientras se maneja sigue siendo un problema, que se expande más allá de las carreteras y llega a los sitios de trabajo, incluso a las operaciones mineras. Se ha estimado que un 65% de los accidentes en las minas a cielo abierto está relacionado con fatiga y distracción.
Reconocer los síntomas y signos del síndrome de fatiga crónica puede ayudar a prevenir esos accidentes.
Signos y síntomas
El primer síntoma del síndrome de fatiga crónica es el cansancio extremo y persistente, que afecta la capacidad de una persona de desenvolverse en su vida diaria. Esta fatiga tiende a empeorar ante esfuerzos físicos o mentales. Algunos otros signos y síntomas son:
- Dolor de garganta
- Ganglios linfáticos inflamados
- Pérdida de memoria o falta de concentración
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular o de las articulaciones sin explicación aparente
Además, los pacientes pueden despertarse sintiéndose agobiados y con falta de voluntad, aún después de haber dormido toda la noche.
Causas y factores de riesgo
No se sabe con exactitud por qué algunas personas desarrollan el síndrome de fatiga crónica. Se cree que puede haber una predisposición genética y que algunos de los siguientes factores pueden ser disparadores:
- Infecciones virales
- Desequilibrio hormonal
- Deficiencia del sistema inmunitario
El síndrome de fatiga crónica tiende a afectar más a las mujeres que los hombres, aunque se piensa que esto puede ser porque las mujeres son más propensas a informar situaciones de cansancio extremo en la consulta médica. Aparentemente las personas de entre 40 y 50 años son las de mayor riesgo de padecerlo.
Tratamiento y atenuantes
Si bien no existe cura para esta afección, los medicamentos y la terapia física pueden ayudar a controlar sus síntomas. Además, los conductores de camiones y las personas que operan maquinaria pesada puede que necesiten una evaluación médica, para determinar si están capacitadas para desempeñar esas actividades laborales en forma segura. Puede que sea necesario implementar atenuantes, tales como la tecnología de detección de alerta del conductor.
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